sábado, 21 de noviembre de 2009

23_11_09

No me atreveré a decirte que te quiero, porque temo más a la soledad que me puede producir tu huida que el resquicio de que aceptes que sin tí no soy nada.
Si me sigues mirando a los ojos, me basta.
Si me vuelves a sonreir de esa forma franca, me conformo.
Con que sigas existiendo mientras viva, es suficiente.
No sonará en tus oidos, pero te quiero, te quiero, te quiero.
TE QUIERO, por eso me callo.
Te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario